Porque Jehová al que ama castiga, Como el padre al hijo a quien quiere. Proverbios 3:12
La versión dice: (DHH): Porque el Señor corrige a quien él ama, como un padre corrige a su hijo favorito.
¿Cuántos recuerdan las correcciones que les hacía su papá?
Cómo a todos a mí tampoco me gustaba la corrección de mi padre, la verdad no fue hasta que crecí y pasé diversas circunstancias cuando realmente me di cuenta del por qué lo hacía.
Hoy quiero relatarles cuatro de esas ocasiones:
1. La Oración: Recuerdo cuando era muy chico y papá me preguntó si sabía orar, creo que fue más por miedo, pero le dije que no, y él al escucharlo me regañó, pero como buen padre también me enseñó esa misma noche a orar.
Años más adelante a la edad de 20 años una oración salvó literalmente mi vida.
2. El sacrificio: Cuando era chico papá no pasaba mucho tiempo en casa y yo no entendía porque no tenía tiempo para pasar más tiempo con nosotros.
Al crecer y tener mi primer trabajo y pasar cada vez menos tiempo en el hogar, me di cuenta la responsabilidad que él tenía y que por amor lo hacía.
3. El modelo: Habré perdido la cuenta de la cantidad de veces que mi papá me decía que me portara bien o que actuara correctamente, él siempre era ese impecable ser que siempre sabía que hacer o que decir en cada momento.
Recuerdo cuando me nombraron jefe o tuve personal a mi cargo, cuando realmente lo entendí, me di cuenta que él estaba siendo el modelo que yo necesitaba.
4. Los valores: Hace poco vi una escena que me perturbó, a un chico que limpiaba carros le arrollaron uno de sus pies, yo me encontraba lejos, pero al ver aquella escena intenté acercarme para ayudar, al ver a mi alrededor me di cuenta que nadie más lo hacía, todos miraban y se amontonaban sin pretender ayudarlo.
Fue entonces cuando me di cuenta de lo bien que me habían criado.
Ahora entiendo mucho mejor a mi papá y comprendí que cuando un padre nos llama la atención es porque nos ama y busca nuestro bien, nos está enseñando algo que, aunque ahora no lo comprendamos aquella lección habrá dejado una huella en nuestra memoria y no servirá a futuro en nuestro vivir.
Lo mismo ocurre con nuestro Padre Celestial:
· Nos corrige cuando lo necesitamos.
· Se sacrificó por nosotros.
· Es nuestro modelo.
· Nos ama con un amor incondicional.
Si estamos pasando por momentos duros o difíciles en vez de quejarnos o reclamar, deberíamos recordar que Dios no es un Padre malo, por el contrario, Él nos ama mucho, jamás nos descuida, y que quizá está permitiendo que pasemos por aquellas pruebas para moldearnos y para que podamos aprender una gran y valiosa lección.
Síganos en nuestras redes sociales:
Doy gracias a Dios por esta importante e ideficante aplicacion que es de mucho conocimiento y crecimiento espiritual.Sigan adelante y que Dios los bendiga y proteja siempre.
Me gustaMe gusta