Y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él; Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. Hebreos 12:5
Es molesto que alguien nos corrija o que nos llamen la atención por actuar indebidamente; el orgullo y la soberbia nos impiden reconocer que estamos equivocados, nos ciegan de tal manera que no valoramos a aquellos que se preocupan por nosotros y por eso nos están exhortando a cambiar.
Dios mismo nos ve como hijos, permite que pasemos por diversas situaciones con el fin de que cambiemos, Él quiere que aprendamos a depender solo de Él, que nos dejemos moldear por Él.
Tales dificultades serán una gran prueba para su fe, y se pueden comparar con el fuego que prueba la pureza del oro. Pero su fe es más valiosa que el oro, porque el oro no dura para siempre. En cambio, la fe que pasa la prueba dará alabanza, gloria y honor a Jesucristo cuando él regrese. 1Pedro 1:7(PDT)
Lo malo de la prueba es que no queramos reconocer que es para nuestro bien, no queremos aceptar que el plan de Dios incluye que tengamos que pasar por aquel perfeccionamiento con el fin de que nuestra fe sea purificada, y que nosotros mismos podamos ser limpiados de toda impureza.
Y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. Job 1:21
Job era un hombre que tuvo que pasar por aquel perfeccionamiento, fue probado de una manera que consideraríamos extrema, sin embargo, su fidelidad al Señor queda demostrada en aquel versículo, él comprendió que todo lo que podamos poseer y todo lo que somos proviene únicamente por la enorme gracia de Dios.
Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. 1 Pedro 5:10
El apóstol Pedro, un hombre vehemente, que cometió muchos errores, que fue probado y luego restaurado por el Maestro, nos enseña que es necesario que pasemos por aquel sufrimiento momentáneo, y luego Jesús mismo nos restaurará, nos sostendrá, nos fortalecerá y nos afirmará.
El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; Mas el que escucha la corrección tiene entendimiento. Proverbios 15:32
Depende de nosotros ahora sí aprovechamos aquel momento de disciplina, si queremos ser hijos obedientes que ponen en práctica las palabras firmes pero amorosas de nuestro Padre Celestial, o si queremos seguir actuar neciamente hasta perder el alma.
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