Jeremías 15:19 Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos. El versículo anterior es muy conocido, sobre todo la última parte, nos enseña acerca de ser una influencia cristiana en los demás a tal punto, que convirtamos a los demás, pero que no seamos nosotros los que nos dejemos convertir por lo malo.
Salmos 1:1-2 Sal 1:1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Muchos cometen el error de pensar que debemos aislarnos de todo aquello que no es cristiano, pero la biblia no menciona eso, nos pide que no tomemos sus actitudes, que no copiemos sus modelos, que no hagamos las cosas que sabemos que está mal, sino que pensemos continuamente en lo que es bueno, en su palabra.
Proverbios 13:20 El que anda con sabios, sabio será; Mas el que se junta con necios será quebrantado. Las amistades son una gran influencia, y siempre las malas juntas nos parecen más atractivas, pero si queremos agradar a Dios y hacer lo correcto, busquemos amigos que sean una buena influencia para nosotros, que nos caigan bien y a la vez nos ayuden a hacer lo correcto.
Juan 17:14-17 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Algo que tenemos que entender es que, si somos cristianos, seremos diferentes al resto, es inevitable que no lo seamos, porque buscamos la santidad, evitamos las groserías, no pensamos actuar mal. Ciertamente estamos envueltos en el mundo, pero nosotros tenemos una patria celestial, que nos da una identidad superior a la de los demás.
1Timoteo 4:7-8 Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad; porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera. Cuando Pablo le da esta recomendación a su discípulo joven Timoteo, no le está diciendo que está prohibido que haga deporte, ni que hacer ejercicio es malo, lo decía porque la tendencia o moda de aquella época era justamente el ser hacer mucho deporte y solo preocuparse por lo físico. De igual manera no todas las modas son buenas, y algunas de ellas nos puedes alejar de Dios, por lo que debemos ser sabios y saber que nos conviene, y siempre poner en primer lugar a Dios.
Tito 2:6 Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; Por último, siempre debemos pensar antes de actuar, razonemos nuestras decisiones, no siempre es fácil escoger lo correcto a cierta edad, pero si pensamos en lo que nos conviene, en lo importante que es Dios para nosotros, y si pensamos que haría Jesús en nuestro lugar, entonces escogeremos bien.
“Un hombre que está con Dios, está siempre en mayoría.” Jhon Knox
Blogs en los que escribo:
Síganos en nuestras redes sociales: