Los proverbios de Salomón. El hijo sabio alegra al padre, Pero el hijo necio es tristeza de su madre. Proverbios 10:1
Hoy en día muy pocos hijos se preocupan de no ser necios ante los consejos de sus padres, pareciera que el egoísmo ha crecido tanto, que a los hijos ya no les incomoda ver sufrir a sus madres, que no les duele el corazón por hacer sentir mal a sus padres, ni mucho menos sienten culpables por ser rebeldes al Padre Celestial.
…Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien. Salmo 14.1 Lo vergonzoso y perjudicial del necio es que no cree en Dios, no cree en la justicia divina, no tiene temor del castigo eterno, no actúa con el amor de Dios, no comprende que sus actos tendrán consecuencias en sí mismo y en su prójimo, no discierne que tendrá que dar cuentas de sus malas acciones ante un Dios que todo lo ve.
Sin embargo, un caso muy distinto es la de aquellos hijos que sin querer pudieron haber fallado o que al errar provocaron el malestar de sus padres. Un hijo que ama de verdad se arrepiente sinceramente, cambia hasta tratar de enmendar el error causado, se esfuerza para recuperar la confianza, corre arrepentido a casa, así como el hijo pródigo que reacciona y fue corriendo con arrepentido a los brazos de su Padre.
La biblia menciona que en los últimos tiempos Dios restaurará nuevamente el amor entre padres e hijos: He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición. Malaquías 4:5 -6
La biblia también menciona que hay esperanza para aquellos necios arrepentidos, para aquellos que reconocen su necedad y le buscan genuinamente: Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Santiago 1:5
Dios también eligió lo necio del mundo, a todos aquellos que no hubieran sido elegidos por nadie más, eligió a los despreciados para transformarlos en vasos útiles para el reino de los Cielos: Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. 1 Corintios 1:26-29
Así que ya no llame necio a lo que Dios restauró, ayudemos a aquellos necios arrepentidos que buscan restauración, que necesitan consolación, que se esfuerzan para volver a la Casa del Padre: Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. Mateo 5:22