126. Bendita sea, mi Dios tu palabra la cual es eterna y permanecerá por los siglos de los siglos.
127. Bendito Dios, hermosa y pura es tu palabra, la cual convierte el corazón del hombre y penetra hasta lo más profundo de nuestro ser.
128. Benditos oh Dios los dichos de tu boca, los cuales sacian el espíritu y el corazón del hombre.
129. Benditos sean aquellos a los cuales usaste para que escribieran tus dichos y tus mandamientos.
130. Benditos aquellos a los cuales inspiraste para que tus palabras llegaran a nosotros y a miles de personas alrededor del mundo y de la historia.
131. Benditas las manos de aquellos que sostuvieron el cincel o las plumas que escribirían el libro más importante de la humanidad.
132. Bendito sea el Dios altísimo que nos dejó sus palabras para que por ellas seamos edificados y transformados.
133. Benditos aquellos hombres y mujeres que predican la palabra de Dios para que por ella muchos sean salvos.
134. Benditos aquellos hombres y mujeres que predican la palabra de Dios para que por ella muchos puedan crecer en el conocimiento de Dios.
135. Cuan increíble es la palabra de mi Dios, que ni el tiempo, ni las guerras, ni las mentiras, ni la dureza del hombre han podido detenerla.
136. Dios, tu permitiste que tu palabra llegara a nosotros para que aprendamos a conocerte, para que aprendamos a amarte, para que aprendamos a vivir correctamente.
137. Las palabras de Dios vuelven sabio al sencillo y dan vida a un alma agotada,
138. Las palabras de Dios aumentan la fe del hombre y purifican el corazón.
139. Las palabras de Dios despiertan el entendimiento y nos hace comprender el amor de Dios.
140. Por la palabra de Dios fueron hechos los cielos y la tierra, el poder de su palabra es capaz de crear y transformar.
141. Si pudiéramos comprender la importancia de la palabra de Dios, que miles de libros se han escrito inspirados en ella, que miles de frases se han creado a partir de sus escritos.
142. Si pudiéramos entender que la única manera de vivir rectamente y con bien en esta vida es guardando y atesorando la palabra de Dios en nuestros corazones.
143. Ayúdanos bendito Dios ha entender tu palabra, danos entendimiento y que sea tu Santo Espíritu el que nos ayude a comprenderla.
144. Danos Dios nuestro, una pasión genuina por leerla cada día sin desmayar para que así podamos obedecerte y amarte cada vez más.
145. Revélanos santísimo Señor, tu propósito para nuestras vidas, háblanos a través de tu palabra.
146. Sean los dichos de Tu boca alegría a nuestro corazón y deleite a nuestro ser.
147. Vivifícame oh Dios a través de tu palabra, aumenta nuestras fuerzas y nuestra inteligencia cada vez que la leamos.
148. Enséñanos amado Dios a guardar tus mandamientos en nuestros corazones y sean el tesoro de nuestro corazón.
149. Permítenos Señor que las promesas de tu palabra estén siempre en nuestros corazones y que podamos meditar en ella de día y de noche.
150. Gracias amado Dios por tus palabras porque por ellas hemos aprendido a conocerte, por ellas hemos recibido consuelo, gracias porque por tus palabras entendimos tu gran amor, gracias porque por tus palabras fuimos motivados y exhortados y gracias porque sabemos que en tus planes estaba que nosotros la encontráramos.
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