Los problemas me hacen doler la cabeza, me siento exhausto, estoy derrotado y caigo de rodillas delante de ti.
El mundo que me rodea ya no parece importar, me siento tan vacío, las dudas me inundan.
Tengo las emociones a tope, no sé qué debería hacer o cual de mis últimas decisiones ha sido correcta.
Quiero pedirte tu ayuda, desde adentro siento que mi corazón clama por ti.
El orgullo o el miedo me impidieron acercarme antes, tenía vergüenza que me dijeras cuanto me he equivocado.
No puedo hablarte sin dejar de llorar, mi alma me hace recordar una y otra vez todas aquellas cosas que me causan dolor.
Desde adentro comienzan a salir palabras de adoración entremezcladas con las peticiones de mi interior.
Necesito que restaures mi alma herida, manchada por las elecciones que yo mismo escogí, lastimada por lo que otros me hicieron.
Tómame de la mano como a un niño pequeño y guíame por tu Camino, atrae con tu cayado a esta oveja rebelde que no sabe a dónde ir.
Desde adentro mi corazón expresa su malestar, he pasado por tantos cambios que no he podido adaptarme, no he sabido soltar el pasado.
La culpa me lastima el interior, me hace estar continuamente triste, aunque intente sonreír no puedo olvidar que por mis actitudes he fallado tantas veces.
Tómame en tus brazos, necesito desesperadamente un abrazo lleno de amor que abrigue mi interior, hazme sentir seguro cubierto por tus alas.
Despiértame de madrugada porque necesito hablar contigo a solas, ayúdame a que el sol me ilumine temprano para buscar tu rostro nuevamente.
Perdóname por mis fracasos y por mi necesidad constante de Ti, es que sin Ti por más que lo intente simplemente no sé cómo seguir.
Desde adentro mi ser entero busca la forma de decirte lo mucho que te ama, lo demasiado que te necesita, todo lo que soy quiere estar lleno de tu dulce amor.
Síganos en nuestras redes sociales: