2Timoteo 4:11-13 Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio.
A Tíquico lo envié a Efeso.
Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos.
Al momento de escribir la segunda carta a Timoteo, Pablo se encuentra preso en Roma, según muchos estudiosos bíblicos, pareciera que se trataba de un arresto domiciliario mientras esperaba el cumplimiento de su sentencia.
Lo interesante de esta carta en la actitud del Apóstol Pablo, no vemos a un hombre apenado esperando una cruel sentencia, por el contrario, lo vemos bastante activo, pidiendo que traigan a Marcos porque le es útil, enviando a Tíquico para que continúe la obra en su ausencia, pidiendo más libros para seguir aprendiendo más de Dios. Quizá Pablo no podía salir, estaba encerrado, pero su corazón estaba libre y usaba esa libertad para continua la obra del Señor.
¿Qué motivaba a Pablo? 2Corintios 12:1-4
Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor.
Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo.
Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.
Era tanta la comunión de Pablo con Dios y su hambre por saber más de Él, que Dios le permitió ver el tercer cielo, un lugar espiritual que no hubo otro apóstol al que se le haya permitido estar allí. Pablo fue impedido de contarnos lo que sucedió en aquel paraíso, pero pudo ver un hermoso anticipo de lo que nos está esperando en la eternidad.
PABLO CONOCÍA SU GANANCIA Filipenses 1:21-24
Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.
Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger.
Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros.
Para el apóstol Pablo morir era ganancia, él sabía la ganancia que le espera a todos los que son fieles hasta el final, había visto el premio, por lo que su corazón deseaba partir pronto con Cristo, pero se quedaba por amor a la obra y de los hermanos.
LAS GANANCIAS DEL CRISTIANO
Mateo 5:11-12 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.
La biblia habla de muchas recompensas para el cristiano, como la Corona de justicia, participar en las Bodas del cordero, habitar en las moradas Celestiales, comer del árbol de la vida, que su nombre esté escrito en el Libro de la Vida, y muchas más. Sin embargo, nuestro mayor premio es poder estar por siempre junto a Cristo, saber que cumplimos nuestro propósito, cumplir el llamado por el cual fuimos escogidos y el poder escuchar con alegría la voz de nuestro Señor diciéndonos: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor (Mateo 25:23).
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