NEGAR LA REALIDAD

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La presidenta del Perú Dina Boluarte dijo en declaraciones recientes: “El Perú es un país que está en calma y paz” lo cual ha generado bastantes controversias y debates, ya que sus palabras se encuentran bastante alejadas de la realidad, en el país la tasa de delincuencia ha aumentado muchísimo en los últimos meses, al igual que se habla de una fuerte recesión económica.

Negar la realidad no provoca que las circunstancias adversas cambien ni tampoco las evita, por el contrario, si no tomamos las debidas acciones puede que todo empeore y que las consecuencias de nuestra negación nos afecten en mayor medida.

Muchos cometen el error de pensar que la declaración de fe es negar la realidad, por el contrario, es creer que la realidad va a cambiar con la ayuda de Dios, es creer que lo que para nosotros parece imposible con el favor de Dios puede ser posible.

La fe es acción, eso quiere decir que no basta solo con tener la esperanza de que todo va a cambiar, sino que se requiere de esfuerzo y de confianza hasta escuchar la respuesta de Dios, se requiere de firmeza para batallar sin dudar, de valentía para esforzarnos y creer en sus promesas para actuar conforme a ellas.

· No puedo negar que he pecado, pero creo que la sangre de Cristo me limpió y me hace una nueva criatura.

· No puedo negar que ahora me encuentro enfermo, pero creó que por las llagas de Cristo ya he sido sanado, y lo declaro día tras día.

· No puedo negar mi escasez, pero creo que en Cristo soy prosperado en todas las cosas, y que si le busco todo lo demás vendrá por añadidura.

Los cristianos no niegan la realidad, pero tampoco se conforman a ella, los cristianos buscamos primero la ayuda de Dios ante cualquier mala noticia, ante cualquier angustia o necesidad. Acudimos a su presencia en búsqueda de su favor, apelamos a su gracia y misericordia para que sea Él quien nos sostenga con su diestra y nos de la victoria.

Confesamos con fe las promesas de Dios y nuestra alma descansa en ellas, no permitimos que la ansiedad nos venza, que la angustia nos haga desmayar, que la depresión nos derribe, que “el no se puede” nos mantenga de brazos cruzados, sino que confesamos:

· Diga el débil: ¡Fuerte soy!

· Diga el pobre: ¡Rico soy!

· Diga el triste: ¡Alegre estoy!

Los cristianos tenemos al creador de la realidad a nuestro lado, al Creador del universo junto a nosotros, al Salvador de nuestras almas en nosotros, por eso podemos decir confiadamente: Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo… Salmo 23:4

ANIMAOS UNOS A OTROS

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Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras. 1Tesalonicences 4:18

El apóstol Pablo nos relata en su primera carta a tesalónica acerca del rapto y los tiempos finales, pero él en muchas ocasiones insta a los hermanos a motivarse los unos a los otros y a encontrar esperanza y fe en la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo.

Hoy en día hablar de los tiempos finales causa miedo, ansiedad o pena en los hermanos, a tal punto que muchos piensan que no estarán listos para la segunda venida, ya hasta han perdido las ganas de luchar para ser parte de aquella novia vestida de lino fino, limpio y resplandeciente.

Una de las principales virtudes de la iglesia primitiva y que los ayudaba a estar preparados para la segunda venida, nos lo vuelve a indicar el apóstol Pablo: Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis. 1Tesalonicences 5:11

Hermanos necesitamos animarnos los unos a los otros, reconocer que es más fácil poder avanzar el Camino angosto si tenemos la ayuda y la corrección de otr@ herman@ en Cristo. Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado. Hebreos 3:13

Hermanos, incluso si tropezamos es más fácil que podamos reincorporarnos y no apartarnos si contamos con la mano de otr@ herman@ en Cristo que nos ayude a levarnos: Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. Eclesiastés 4:9

Pero ante todo debemos contar con el mejor amigo de todos, aquel que no traiciona, aquel que nunca falla, que siempre llega a tiempo, aquel que nos comprende más que nadie, aquel que trae paz al corazón, aquel que nos ama con un amor eterno, aquel que promete estar siempre a nuestro lado, aquel que siempre está dispuesto a dar otra oportunidad al que verdaderamente le busca: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. Mateo 11:28 -30

JACOB LLORA A SUS HIJOS

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Voz fue oída en Ramá, Grande lamentación, lloro y gemido; Raquel que llora a sus hijos, Y no quiso ser consolada, porque perecieron. Mateo 2:18

El mundo observa con horror las consecuencias que trae consigo la guerra, nos sorprendemos de la crueldad con que la que el ser humano es capaz de tratar a sus semejantes.

Ahora vemos noticias cargadas de historias que nos escarapelan el cuerpo de tan solo escucharlas, como si nuestra sociedad hubiera vuelto a la edad media y no les importara arrancarles la inocencia a infantes o lastimar sin ninguna misericordia a personas mayores.

¿Cuántas vidas se han perdido? ¿cuántos bebés han quedado sin padres? ¿cuántos padres han quedado sin hijos? ¿cuántas personas han quedado sin hogar? ¿cuánto dolor están cargando aquellos que viven en aquellos lugares? ¿cuánta desesperanza hay en sus corazones?

Hoy países están llorando la perdida de sus seres queridos, hoy Jacob está llorando desconsolado la pérdida cruel de aquellos inocentes que murieron víctimas del egoísmo y la maldad.

El Señor Jesucristo nos advirtió hace dos mil años que el amor de muchos se enfriará, la biblia nos avisó que en los postreros tiempos habría hombres amadores de sí mismos, sin afecto natural e implacables, y eso es lo que estamos viendo hoy en día.

La biblia también nos alertó acerca de un juicio, y hoy Dios nos observa todo el tiempo, Él está pesando en su balanza la maldad de nuestra sociedad, la maldad que existe en nuestras calles y en cada uno de nuestros corazones.

La maldad y el pecado del mundo está llegando a un nivel intolerable, y Dios nos advirtió que habrá un llanto aún mayor y un crujir de dientes; si no nos arrepentimos, si no reflexionamos sobre nuestras acciones, sobre lo que pensamos, y damos frutos dignos de arrepentimiento, entonces sufriremos por toda la eternidad en el infierno.

Cristo es la única esperanza para el ser humano, Él es el único que puede limpiar nuestras almas, aquel que puede sanar nuestra dañada sociedad si tan solo lo invocáramos sinceramente, si tan solo le abrimos la puerta de nuestro corazón y de nuestra nación.

¿No sería hermoso ver países sin crímenes, llenos de personas amables, en donde la maldad no existiera y en donde no necesitaríamos de cárceles? Cristo puede traer paz y justicia al mundo, Cristo puede traer consuelo, paz y esperanza a todos los corazones.

Hoy estamos vivos y es el tiempo preciso para buscarlo antes de que sea muy tarde, las promesas de Dios son para hoy, ahora es el día de salvación.

HE VENIDO POR TI

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Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores. Marcos 2:17

Se requiere de mucha humildad, sabiduría y/o madurez para reconocer que estamos equivocados, que cometemos errores, que todavía queda maldad dentro de nosotros que nos impide alcanzar aquella perfección que Dios quiere de nosotros.

La biblia nos enseña como los fariseos tuvieron al frente al Mesías, a Cristo mismo; ellos podían escuchar sus sermones y parábolas, ver sus milagros y acciones, pudieron haberse acercado a Él en innumerables ocasiones, pero por su orgullo, su soberbia y/o arrogancia lo menospreciaron, lo trataron como un vulgar pecador y falso maestro.

Fue tanta la altivez de su corazón que muchas veces Jesús les habló directamente para salvarlos, pero ellos no eran capaces de entender que debían cambiar, no querían aceptar que estaban equivocados y que tenían un corazón enfermo.

Existe un gran peligro en el orgullo porque no nos permite ver nuestra realidad y no nos permite reconocer nuestra enfermedad. A veces Dios nos habla directamente al corazón pero nosotros decimos: “el mensaje fue para aquel hermano o hermana” “la revelación debe ser para los nuevos” “su salvación es para los que tienen una mala vida” “el evangelio es para los necesitados”.

Dios conoce tu corazón y sabe lo dañado que está. Aquellas áreas oscuras que todavía no le has entregado, aquellos traumas que te niegas a aceptar, aquel dolor que no eres capaz de soltar, aquella falta que prefieres no reconocer, aquel pecado oculto que no puedes controlar.

No se trata de cuánto tiempo llevas en la iglesia, no se trata de cuán bueno crees que seas, no importa cuantos mensajes escuchaste. Dios ve dentro de nosotros y puede ver que todavía no ha acabado su obra en ti, que todavía puede seguir sanándote si tan solo reconoces que estas enfermo.

Muchos piensan: “ya soy cristiano mucho tiempo, no puedo tener esos problemas” “ya soy seguidor de Cristo y lo que le entregué es suficiente” “he vivido varios años en la fe, no requiero que sane más mi corazón” “me da vergüenza admitir que mi alma está enferma”.

Él ha venido por tí, Él llama bienaventurados a aquellos que reconocen su pobreza espiritual y lloran por un cambio, Él recoge a las ovejas que se pierden; Él quiere convertir aquel corazón endurecido como piedra por las heridas, las decepciones y los traumas en un corazón de carne capaz de sentir, amar y perdonar. Si tan solo reconoces que estás enfermo.

ORIGINAL Y COPIA

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Cuenta una conocida anécdota, que el nombre de Albert Einstein empezaba a ser conocido por su teoría de la relatividad, sin embargo, su aspecto no lo era tanto, por lo que realmente casi nunca lo reconocían cuando acudía a impartir conferencias solicitadas por distintas Universidades.

Dado que no le gustaba conducir, contrató los servicios de un chófer. El conductor transportó al genio a cada conferencia, y en una ocasión le escoltó en un largo viaje de bastantes días, acompañándole no sólo en el vehículo, sino asistiendo a las charlas como un oyente más.

Después de unas semanas de viaje, Einstein le confesó al chófer lo aburrido que le resultaba repetir lo mismo una y otra vez. El chófer, comprensivo, le contestó: “Si quiere le puedo sustituir por una noche. He escuchado su conferencia tantas veces que creo que la puedo recitar palabra por palabra”.

Einstein le tomó la palabra y antes de llegar al siguiente lugar, intercambiaron sus ropas y Einstein se puso al volante. Llegaron a la sala donde se iba a celebran la conferencia y como ninguno de los académicos presentes conocía a Einstein, no se descubrió el intercambio.

El chofer subió al estrado, quienes cuentan la historia dicen que lo hizo de manera muy convincente. Al final de los aplausos, un destacado profesor que se encontraba entre la audiencia le formuló una pregunta complicada. El chófer, que no tenía ni la más remota idea de cuál podía ser la respuesta, tuvo un ingenioso golpe de inspiración y le contestó: “La pregunta que me hace es tan sencilla que dejaré que sea mi chófer, que se encuentra al final de la sala, quien se la responda”.

En nuestra vida, muchas veces nos podemos parecer a aquel chofer, somos capaces de recitar palabra por palabra todo lo que hemos escuchado de otros, intentamos imitar acción por acción lo que algunos hacen, pero eso no significa que seamos iguales a ellos o que realmente estemos poniendo en práctica lo que nos intentan enseñar.

Podemos imitar a un conocido o a un familiar, aparentar ser como ellos o incluso ser una copia de buenos cristianos, pero si no somos capaces de responder las preguntas complicadas que nos depara la vida o las pruebas que atravesamos, realmente solo expondremos que somos copias vacías y no auténticos creyentes que viven el evangelio.

Juan 8:31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos… Jesús no buscaba simplemente malas copias o imitadores vacíos, Él quería discípulos originales y auténticos, que den fruto de un cambio transformador, que verdaderamente lo conozcan, que se esmeraran en aprender de su ejemplo, que a pesar de las adversidades vivan con verdad el poder real del evangelio.

Mateo 28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo… La única forma en que nosotros podamos formar otros discípulos es siendo auténticos cristianos, pudiendo demostrar con verdad las marcas de Cristo en nosotros, enseñando con nuestro testimonio la realidad de una vida cristiana y teniendo la experiencia que solo la tienen aquellos que transitan el Camino angosto y la Puerta estrecha.

REFLEXIÓN: CONTENTARME EN MI SITUACIÓN

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Filipenses 4:11-13 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.

Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

El sistema en que vivimos nos obliga a ser consumistas, a siempre querer más y lo último, nos sentimos mal si no podemos saciar nuestro deseo de comprarnos algo o de acceder a tal estatus, sin embargo, los tiempos de crisis son parte de la vida del ser humano, y debemos ser capaces de sentirnos satisfechos cual sea nuestra situación.

Eclesiastés 5:19-20 Asimismo, a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios.

Porque no se acordará mucho de los días de su vida; pues Dios le llenará de alegría el corazón.

El versículo 20 en la versión BNP: Porque si Dios inunda de alegría su corazón, no pensará mucho en la brevedad de su vida. Es un regalo de Dios que nosotros podamos trabajar y poder disfrutar de nuestro esfuerzo, pero si Dios nos llenara siempre de alegrías, si no sintiéramos ninguna necesidad entonces nos perderíamos, nos olvidaríamos de lo frágiles que somos y de nuestra necesidad de Dios.

Job 1:20-22 Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.

En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.

Recordamos la historia de Job, aquel hombre justo, que era temeroso de Dios, pero fue probado hasta el extremo. Aquel tiempo de prueba y crisis le sirvió para reconocer que no conocía verdaderamente al Señor, lo conocía de oídas, pero ahora sus ojos podían verlo, y fue doblemente bendecido tras pasar por aquel perfeccionamiento.

Génesis 45:7-8 Y Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación. Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto.

En la historia de José el soñador, observamos el mismo patrón, aquel niño engreído fue transformado a ser el primer ministro de Egipto, tras pasar por diversas pruebas fue perfeccionado hasta estar listo para recibir y ser bendición.

Salmos 18:18-20 Me asaltaron en el día de mi quebranto, Mas Jehová fue mi apoyo.

Me sacó a lugar espacioso; Me libró, porque se agradó de mí.

Jehová me ha premiado conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado

David pasó de ser un pastor de ovejas a convertirse en Rey de Israel, pero pasando por diversas etapas, en las que tuvo que ser un perseguido del rey, hacerse pasar por loco, expatriado, escondiéndose en cuevas, pero todo ello era parte del perfeccionamiento y de la gran recompensa que Dios tenía para él.

Deuteronomio 8:18 Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.

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LOCURAS POR EL EVANGELIO

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1Corintios 1:21-24 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.

Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios.

Para muchas personas el evangelio les parece ilógico, piensan que las buenas nuevas de salvación es algo absurdo, pero el mensaje de Jesús es tan poderoso que sigue transformando vidas, sigue rescatando familias, y es por esa razón que nosotros predicamos a pesar de que parezca una locura.

Proverbios 11:30 El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana almas es sabio.

En la versión PDT: Practicar la justicia es árbol de vida; el sabio da vida nueva a la gente. El vivir el evangelio da un fruto de vida nueva, una vida transformada que no solo piensa en sí mismo, nuestro testimonio refleja nuestra comunión con Dios, y eso provoca que nazca en nosotros el querer ganar a las personas. Cuando predicamos estamos conduciendo a las personas a Cristo que es el dador de la vida, y es de sabios poder ayudar y ganar más almas.

Hechos 9:22-25 Pero Saulo mucho más se esforzaba, y confundía a los judíos que moraban en Damasco, demostrando que Jesús era el Cristo.

Pasados muchos días, los judíos resolvieron en consejo matarle; pero sus asechanzas llegaron a conocimiento de Saulo. Y ellos guardaban las puertas de día y de noche para matarle.

Entonces los discípulos, tomándole de noche, le bajaron por el muro, descolgándole en una canasta.

Parece una locura tener que ser bajado por una canasta por la ventana para poder continuar predicando, pero Pablo era un hombre que había sido transformado, que había conocido aquella vida nueva, y quería predicar con locura, quería ganar a todos los que pudiera.

Hechos 5:18-21 y echaron mano a los apóstoles y los pusieron en la cárcel pública.

Mas un ángel del Señor, abriendo de noche las puertas de la cárcel y sacándolos, dijo:

Id, y puestos en pie en el templo, anunciad al pueblo todas las palabras de esta vida.

Habiendo oído esto, entraron de mañana en el templo, y enseñaban. Entre tanto, vinieron el sumo sacerdote y los que estaban con él, y convocaron al concilio y a todos los ancianos de los hijos de Israel, y enviaron a la cárcel para que fuesen traídos.

Los discípulos habían sido arrestados por predicar el evangelio, y milagrosamente fueron rescatados, parecería una locura salir y predicar nuevamente, pero ellos cumplieron su llamado, tenían pasión por rescatar a los perdidos, por predicar las buenas nuevas.

Hechos 5:40-42 Y convinieron con él; y llamando a los apóstoles, después de azotarlos, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y los pusieron en libertad.

Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre.

Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.

Creo que ninguno de nosotros saldríamos contentos después de ser azotados, pero los apóstoles estaban gozosos de ser dignos de padecer por causa del evangelio y de Jesucristo, se sentían agradecidos de ser parte de la obra, de poder llevar el mensaje a las personas, y era tal su locura que siguieron predicando sin cesar a pesar de las amenazas.

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REFLEXIÓN: SEGUNDA OPORTUNIDAD

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Debido a la crisis que estamos viviendo, se dieron casos en muchos países de presos que fueron liberados por el riesgo a contagiarse de la enfermedad, pero que al salir cayeron en los mismos actos delictivos por los que fueron arrestado, incluso algunos hicieron cosas peores, llegando incluso a matar.

Esto me hizo recordar el siguiente pasaje de la biblia: 2Pedro 2:20-22

Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero.

Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado.

Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.

Cuando nacimos de nuevos fuimos rescatados de la cárcel del pecado, de la esclavitud de los malos hábitos, de las cadenas de los malos pensamientos, Cristo nos hizo libres para vivir una vida nueva. Sin embargo, muchos no valoran aquella libertad, tristemente no comprenden la enorme gracia que Dios nos dio al ser aceptados como sus hijos.

1Pedro 1:18-23 …sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.

Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.

Cristo nos rescató ofreciendo su propia vida por nosotros, Él se entregó porque nos ama, aunque no lo merecíamos, aunque nosotros estuviéramos tan manchados, tan llenos de errores y tan llenos de maldad, fue su sangre preciosa la que nos hizo revivir. Si queremos realmente vivir en esa nueva vida es necesario que obedezcamos a la verdad, que busquemos continuamente la Dios, que permitamos que Él siga haciendo su transformación en nosotros, y nos llene de aquel amor con el podemos amarlo a Él y a los demás.

Efesios 4:22-29 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.

Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.

El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.

Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.

Si hemos nacido de nuevo, debemos despojarnos todas aquellas cosas que hacíamos mal, alejarnos de todos los pecados que antes hacíamos, y dar un fruto de verdaderos cristianos, comportarnos como verdaderos hijos de Dios.

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CONOZCO MI GANANCIA

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2Timoteo 4:11-13 Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio.

A Tíquico lo envié a Efeso.

Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos.

Al momento de escribir la segunda carta a Timoteo, Pablo se encuentra preso en Roma, según muchos estudiosos bíblicos, pareciera que se trataba de un arresto domiciliario mientras esperaba el cumplimiento de su sentencia.

Lo interesante de esta carta en la actitud del Apóstol Pablo, no vemos a un hombre apenado esperando una cruel sentencia, por el contrario, lo vemos bastante activo, pidiendo que traigan a Marcos porque le es útil, enviando a Tíquico para que continúe la obra en su ausencia, pidiendo más libros para seguir aprendiendo más de Dios. Quizá Pablo no podía salir, estaba encerrado, pero su corazón estaba libre y usaba esa libertad para continua la obra del Señor.

¿Qué motivaba a Pablo? 2Corintios 12:1-4

Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor.

Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo.

Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.

Era tanta la comunión de Pablo con Dios y su hambre por saber más de Él, que Dios le permitió ver el tercer cielo, un lugar espiritual que no hubo otro apóstol al que se le haya permitido estar allí. Pablo fue impedido de contarnos lo que sucedió en aquel paraíso, pero pudo ver un hermoso anticipo de lo que nos está esperando en la eternidad.

PABLO CONOCÍA SU GANANCIA Filipenses 1:21-24

Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.

Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger.

Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros.

Para el apóstol Pablo morir era ganancia, él sabía la ganancia que le espera a todos los que son fieles hasta el final, había visto el premio, por lo que su corazón deseaba partir pronto con Cristo, pero se quedaba por amor a la obra y de los hermanos.

LAS GANANCIAS DEL CRISTIANO

Mateo 5:11-12 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.

La biblia habla de muchas recompensas para el cristiano, como la Corona de justicia, participar en las Bodas del cordero, habitar en las moradas Celestiales, comer del árbol de la vida, que su nombre esté escrito en el Libro de la Vida, y muchas más. Sin embargo, nuestro mayor premio es poder estar por siempre junto a Cristo, saber que cumplimos nuestro propósito, cumplir el llamado por el cual fuimos escogidos y el poder escuchar con alegría la voz de nuestro Señor diciéndonos: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor (Mateo 25:23).

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PADRES E HIJOS: VENCIENDO AL MALIGNO

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1Juan 2:8-11 Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra.

El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas.

El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo.

Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.

Es necesario para poder crear un hogar que vence al maligno que exista el amor en la familia, tener amor los unos por los otros y evitar el odio o todo aquello que cause divisiones. Tenemos que amar a cada miembro de la familia, porque como cristianos todos somos parte del cuerpo de Cristo y todos somos hermanos.

1Juan 2:13-14 Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre.

Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.

Si permanecemos en la palabra de Dios podemos vencer al maligno. Que hermoso es ver que padres junto con sus hijos han permitido que Dios entre a sus hogares, y han convertido sus casas en lugares de reposo, en donde no reinan las discusiones y los pleitos, sino que el amor y la paz de Dios reinan en el hogar. La gran evidencia de que una familia ha vencido al maligno es que Cristo reina en el hogar.

1Juan 2:15-17 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.

Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Vencer al maligno es también vencer al mundo, vencer los malos deseos, vencer las tentaciones, vencer todo aquello que sea capaz de destruir nuestro hogar. Padres no permitan que un error derribe su lo que tanto les costó construir, destruya los valores que intentaron inculcar en sus hijos, rompa el corazón de sus familiares. Jóvenes no se dejen engañar por las mentiras del mundo, valoren su hogar, sean agradecidos si tienen padres cristianos, que es esfuerzan para que el amor de Dios mantenga el hogar unido, y si no tienen padres cristianos, esfuércense para que su ejemplo y su testimonio pueda convencerlos y ganarlos para Cristo.

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