Dios mío te quiero dar un millón de gracias porque me bendices aun en medio de la crisis.
A pesar de la angustia y el temor, yo puedo confiar en que Tú estás conmigo.
Me ayudas y rompes mis moldes, me demuestras que contigo los milagros ocurren.
Que no debo depender solo de mis fuerzas o mi ingenio, sino que Tú eres mi ayudador.
Me pides que use mis talentos y dones para Ti, y eso es lo que quiero hacer.
Porque tu das buena porción a los que te siguen y a los que trabajan para Ti.
Eres un jefe exigente pero que sabe recompensar, que sorprende cuando menos los esperamos.
Nos haces fructificar en medio del desierto.
Sacas ríos de agua de vida en medio de la peña.
Aun los cuervos traen ración para tus hijos.
Por eso te amo tanto, porque te apiadas continuamente de mí.
No miras mis defectos que son muchos, sino mi corazón.
Me sostienes a pesar de mi flaqueza y de mis temores.
Por siempre hablaré de tus bondades, no ocultaré lo dichoso que me siento.
La alegría de saber que soy tu escogido me sostiene en estos momentos.
Él poder confiar en ti, me ayuda a soportar éstos momentos de prueba.
Gracias Dios mío por no desampararme.
Gracias por ayudar a tu hijo más pequeño.
Gracias por rescatarme una y un millón de veces.
Gracias por nunca darte por vencido conmigo.
Gracias por todo lo que has hecho y harás por mí.
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