ANIMAOS UNOS A OTROS

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Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras. 1Tesalonicences 4:18

El apóstol Pablo nos relata en su primera carta a tesalónica acerca del rapto y los tiempos finales, pero él en muchas ocasiones insta a los hermanos a motivarse los unos a los otros y a encontrar esperanza y fe en la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo.

Hoy en día hablar de los tiempos finales causa miedo, ansiedad o pena en los hermanos, a tal punto que muchos piensan que no estarán listos para la segunda venida, ya hasta han perdido las ganas de luchar para ser parte de aquella novia vestida de lino fino, limpio y resplandeciente.

Una de las principales virtudes de la iglesia primitiva y que los ayudaba a estar preparados para la segunda venida, nos lo vuelve a indicar el apóstol Pablo: Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis. 1Tesalonicences 5:11

Hermanos necesitamos animarnos los unos a los otros, reconocer que es más fácil poder avanzar el Camino angosto si tenemos la ayuda y la corrección de otr@ herman@ en Cristo. Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado. Hebreos 3:13

Hermanos, incluso si tropezamos es más fácil que podamos reincorporarnos y no apartarnos si contamos con la mano de otr@ herman@ en Cristo que nos ayude a levarnos: Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. Eclesiastés 4:9

Pero ante todo debemos contar con el mejor amigo de todos, aquel que no traiciona, aquel que nunca falla, que siempre llega a tiempo, aquel que nos comprende más que nadie, aquel que trae paz al corazón, aquel que nos ama con un amor eterno, aquel que promete estar siempre a nuestro lado, aquel que siempre está dispuesto a dar otra oportunidad al que verdaderamente le busca: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. Mateo 11:28 -30

CONOCIDOS EN LOS CIELOS

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Mateo 25:12 Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.

He meditado mucho en esas palabras, de lo triste y desolador que es el imaginarme que se cierran las puertas del cielo, de tan solo pensar que ya no habrá otra oportunidad.

Lucas 10:19-20 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. Es un motivo de gozo saber que hemos sido salvos, el poder creer que hemos nacido de nuevo y que nuestro nombre está escrito en los cielos.

1Corintios 9:26-27 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado. El apóstol Pablo, nos recalca que es tremendamente importante, cuidar de no solo correr la vida cristiana, sino asegurarnos que lleguemos fieles hasta el final.

Filipenses 4:3-4 Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida. Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! En una época donde la iglesia era cruelmente perseguida, en donde hubieron mártires por predicar el evangelio o ser colaboradores de los apóstoles, los cristianos se motivaban unos a otros recordarnos que su esfuerzo sería recompensado, porque sus nombres estarían escritos en el libro de la vida.

Apocalipsis 3:5 El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. Al que venciere, no a los que intentaron y no pudieron, no a los que buscaron excusas, no a los que nunca tuvieron tiempo para acercarse a Cristo, únicamente a los que vencieron sus nombres permanecerán en el libro de la vida.

Apocalipsis 20:15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. Para un verdadero cristiano que ha recibido a Cristo y ha sido transformado, el motor de su fe es el amor que tiene por su Salvador. Pero siempre debemos recordar que todas aquellas personas a las cuales no le predicamos el evangelio, están expuestas a que su nombre no se halle en el libro de la vida.

Daniel 12:1 En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. Ya desde el antiguo testamento se nos hablaba de la importancia de que nuestro nombre esté escrito en el libro de la vida.

Malaquías 3:16-18 Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre. Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve. Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.

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HE DECIDIDO SEGUIR A CRISTO

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Según muchos historiadores, se dice que el origen del famoso himno cristiano: “He decido seguir a Cristo” es el siguiente: Durante la época del gran auge de los misioneros (la cual publicaremos pronto), muchos cristianos arriesgaron sus vidas y las de sus familias, yendo a países lejanos e inhóspitos, predicando el santo evangelio a distintos países y tribus que nunca antes habían escuchado el nombre de Jesús.

Se dice que el himno se originó en la India, donde un misionero europeo junto con su familia, comenzaron a predicar el evangelio con gran pasión en contra de las tradiciones del pueblo.

Algunos dicen que fue la propia familia del misionero, mientras que otros dicen que fue la familia más prominente de aquella aldea los que hicieron una gran declaración de su fe, negando a sus dioses antiguos y las crueles tradiciones de sus antepasados.

El jefe de aquella aldea, junto con varios aldeanos enojados querían hacer ejemplo del padre de familia, para que otros dejaran de escucharles y tuvieran temor. Testigos contaron, como aquella turba llegó al hogar de aquella familia, los tomaron violentamente y públicamente le dijeron a aquel padre: Niega tu fe o mataremos a tu familia.

Solo podemos imaginar el temor que debió haber sentido aquel hombre por su familia, de seguro habrá orado en su interior, y habrá recordado las grandes bendiciones que no esperan junto a Cristo.

El jefe de la aldea insistió: ¡Niega ahora tu fe o mataremos a tus hijos! Aquel hombre recordó un himno que había estado escribiendo y lo cantó:

He decidido seguir a Cristo, III

No vuelvo atrás,

No vuelvo atrás…

Entonces se dio la orden y cruelmente sus hijos murieron.

El jefe de la aldea enfurecido insistió: ¡Si no obedeces mataremos a tu esposa!

El hombre siguió cantando:

Si otros vuelven yo sigo a Cristo, III

No vuelvo atrás,

No vuelvo atrás…

Su esposa cayó muerta frente a sus ojos.

Entonces se le dio una última oportunidad: ¡Salva tu propia vida o muere!

Se escuchó su cántico:

La cruz delante, el mundo atrás III

No vuelvo atrás,

No vuelvo atrás…

El pueblo presenció la muerte de aquel mártir, sin embargo, algo había ocurrido con el jefe de aquella aldea, los siguientes días no pudo sacarse de la cabeza aquella demostración de fe, sus entrañas se conmovían al recordar el ejemplo de aquella familia. Por lo que reunió a toda la aldea en el mismo lugar donde cruelmente les habían quitado la vida, y aquel hombre declaró: ¡Yo también pertenezco a Jesucristo! Así él y toda la aldea se convirtieron a Dios.

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REFLEXIÓN: PREDICAR CON EL AMOR O LA LEY

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¿Deberíamos decirles a las personas que tienen que arrepentirse de sus pecados sin antes mencionarles que Dios los ama?

Sí, es importante que sepan que están en falta, pero cómo lo entenderán, si no comprenden primero lo que Dios ha hecho por ellos.

Vivimos en un mundo donde las personas están molestas, se sienten estafadas, se sienten desprotegidas, y no quieren sentirse cargadas con más culpa o condenación.

Sí, todos fallaron, queriendo o sin querer y la paga del pecado es la muerte, pero Dios envió a su hijo al mundo no para condenarlo sino para salvarlo.

El evangelio es un acto de amor, en el cual Dios quiere que comprendamos que nos ama tanto, a pesar de nuestro pasado y a pesar de nuestros defectos, Él quiere darnos la oportunidad de rescatarnos y hacernos mejores.

Si tan sólo pudiéramos lograr que recapaciten, hacer que entiendan que no están conformes con sus vidas, los seres humanos no estamos completos a pesar de lo que tenemos.

Orar para que puedan dejar el orgullo a un lado, así ellos puedan pedirle a Jesús que les ayude a entender que necesitan ser salvados, que le pidan que los perdone por todos sus pecados (así les parezcan grandes o pequeños), que les enseñe su verdad y les demuestre la fidelidad de su amor.

Hacerles comprender que han vivido muchos años perdidos, han pasado muchos años viviendo a su manera, ahora podrían permitir que Dios tome el control de su destino, sabiendo que pueden sentirse seguros en Él.

Explicarles que no deben desperdiciar la oportunidad más grande de sus vidas, que no se dejen cegar por el engaño de los vicios, porque hoy Dios ha extendido su mano para ayudarlos y darles una nueva y mejor vida en Cristo Jesús.

Cuán hermoso sería que puedan recibir el abrazo del Padre Celestial, recibir a Jesús en su corazón y abrazar un evangelio cuyo fin es restaurar la comunión de la humanidad con su Creador.

El evangelio es un salvavidas no un látigo, es un yugo fácil, una carga ligera, es descanso a un alma agotada, agua para un alma sedienta, es pan para un alma hambrienta, es vida a un alma moribunda.

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JESÚS RESUCITA AL HIJO DE UNA VIUDA

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Lucas 7:11-17 Nos relata una historia poco conocida acerca de Jesús.

Jesús está caminando junto con sus discípulos y una gran multitud hacia una ciudad llamada Naín, cuando de repente ve una marcha fúnebre. La biblia no lo menciona, pero Jesús debió preguntar quién había fallecido, y le contaron que acaba de morir el único hijo de una mujer viuda.

Póngase en el lugar de aquella mujer: De seguro se casó ilusionada con su pareja, debió crear en su corazón un futuro juntos, sus sueños siempre tenían presente a su marido, su día a día estaba envuelto en aquella relación. Un hombre tanto ahora y más en aquella época, era la protección de la esposa, era el que la cuidaba y el que económicamente la sostenía.

Aquella mujer había perdido a su esposo, parte de sus sueños habían muerto con él, parte de su día a día había cambiado, su protección y sostén económico tampoco estaban, pero aquel matrimonio había dado un fruto, ella tenía un pequeño hijo.

De seguro ella había vertido sobre él aquellos sueños, de seguro en su mente planeaba un futuro para él, aquel joven era su ayuda, era el que la podía cuidar en su vejez. Para ella aquel hijo era una nueva oportunidad.

Aquel hijo había muerto, para los judíos significaba la peor desgracia que podía ocurrirle a una mujer, para ella significaba que su vida ya no tenía sentido, el dolor era el doble. De seguro se preguntaba que sería ahora para ella, o qué razón tendría de seguir viva.

Y Jesús mientras veía pasar aquella marcha, sus ojos se posan en la mujer, Él entiende todo lo que les acabo de relatar. A veces creemos que Dios está lejano y no comprende los sentimientos y emociones de la humanidad, sin embargo, el versículo 13 nos narra lo que Él sintió.

Algunas versiones dicen: Él fue movido a compasión, otras versiones dicen: Su corazón rebozó de compasión. Así que va corriendo donde se encuentra la mujer y le dice: ¡No llores!

¿Cómo es que a veces olvidamos que Jesús sabe amar? Cuando pasamos por problemas, cuando estamos en circunstancias difíciles miramos al cielo con amargura, mal creyendo que somos olvidados por Dios. No entendemos que su corazón está lleno de compasión hacia nosotros, y nos está gritando: ¡No llores! ¡Confía en mí!

Jesús se acerca a los que cargan el féretro, los detiene, y le dice al joven: Joven, a ti te digo, Levántate.

El milagro ocurre y aquel joven se levanta y vuelve a la vida, Jesús restituye los sueños muertos de aquella mujer, pero ahora con el conocimiento de que puede depender de Dios.

Los sueños de aquella mujer ya no serían iguales, ahora junto con su hijo irían todos los días a la iglesia, sus proyectos involucran a su hijo, pero también a Dios, aprendió que tiene un nuevo protector que no falla, que nunca la abandonará, y su nombre es Jesús.

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HECHOS 29

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La mayoría de los libros del nuevo testamento terminan siempre con un Amén, en cambio el libro de Hechos de los Apóstoles es uno de los pocos en donde aquella regla no se cumple.

El libro queda “abierto” para que todos nosotros tengamos la oportunidad de añadir nuestros “hechos” es decir nuestra propia historia con Dios.

Se ha preguntado alguna vez: ¿Qué clase de historia estoy escribiendo?

Está escribiendo una historia llena de fe, llena de obras hacia el Señor o por el contrario su historia solo está llena de derrotas o de tropiezos espirituales.

Nunca es tarde para escribir sus mejores años junto a Cristo, cuando Él está de nuestro lado nuestra historia comienza a cambiar, hasta llegar a tener un buen final.

Tome el ejemplo de tantos campeones de la fe que valientemente le obedecieron a pesar de las más difíciles circunstancias y pruebas.

Siga el modelo de aquellos hombres y mujeres que lucharon para que el evangelio pudiera ser predicado con libertad, incluso exponiendo su propia vida.

Imite a Jesús, el cuál no permitió que la duda le impida rescatarnos, sino que con valentía dio su vida para que tengamos la victoria en su nombre.

No está solo en la historia de su vida, nuestro Dios prometió nunca dejarnos, pero es nuestra decisión el buscarlo día a día.

Vea a su alrededor hay tanto por hacer, hay demasiadas personas que necesitan escuchar el mensaje poderoso la salvación.

Existen millares de personas esperando ver lo que Dios está haciendo en su vida, necesitan una demostración del poder transformador divino.

Necesitamos despertar y entender que es momento de luchar por las almas perdidas, por tantos niños y jóvenes que son arrastrados por las garras del infierno.

Permita que Dios le ayude a escribir una historia increíble, ríndase al poder del Espíritu Santo el cual le ayudará con tal gran obra.

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CELOSOS DE BUENAS OBRAS

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Tito 2:14 Quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.

Cristo nos escogió, se entregó para darnos a nosotros una nueva vida y para que tengamos la oportunidad de pertenecer a su rebaño, para que seamos parte de un pueblo especial y apartado para Él.

A lo largo de la historia hemos podido ver muchos de ejemplos de hombres y mujeres de fe que, con sus acciones, su pasión, su entrega y valentía lograron hazañas increíbles, superaron obstáculos aparentemente imposibles, llevaron el evangelio a lugares nunca antes alcanzados, lucharon para que la sociedad sea mejor y tocaron muchos corazones en sus épocas.

Los cristianos somos personas especiales, desde el nuevo nacimiento llevamos en nuestro interior el deseo de hacer el bien, aquel celo santo de ayudar a los demás, de demostrar el amor de Dios con acciones, teniendo la capacidad de que nuestros labios puedan consolar a otros al predicarles el precioso evangelio.

En otra versión el mismo versículo nos enseña: (Biblia El Pueblo de Dios) El se entregó por nosotros, a fin de librarnos de toda iniquidad, purificarnos y crear para sí un Pueblo elegido y lleno en la práctica del bien.

El hacer el bien debe ser una práctica diaria, debemos aprender a ejercitarnos en ayudar a los demás, debemos tener celo por hacer buenas acciones en nuestra iglesia, en nuestros hogares, con nuestras amistades, con cada persona que sabemos que necesita ayuda y en nuestra sociedad; para que los demás vean nuestro buen testimonio y sepan que es el amor de Dios que ha embargado nuestros corazones.

No podemos tener aquella práctica de hacer el bien si no estamos llenos de Jesús, si no hemos menguado nuestro orgullo y egoísmo; necesitamos alimentarnos más y más de la palabra de Dios, pasar tiempo orando los unos por los otros, pasando tiempo de comunión con nuestros hermanos de la fe, porque solo entonces nuestra vida espiritual se manifestará en nuestro vivir.

Seamos aquel pueblo de fe y de amor que cambia las ciudades, que logra dejar huella en la historia, que busca ayudar a otros por amor y no por beneficio, que cada uno de nosotros seamos hallados aptos para toda buena obra.

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PERDER PARA GANAR

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Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará. Lucas 9:24

(Biblia Lenguaje Sencillo) Porque si alguno piensa que su vida es más importante que seguirme, entonces la perderá para siempre. Pero el que prefiera seguirme y elija morir por mí, ese se salvará.

¿Qué clase de vida queremos tener?

Todos al ser adolescentes soñamos en cómo queremos ser de grandes, imaginamos la vida perfecta, la pareja perfecta, el trabajo perfecto, las amistades que queremos que nunca se vayan y la familia que queremos lograr.

Conforme vamos creciendo esa imagen se distorsiona y solo nos quedamos con lo que podemos conseguir, nos adaptamos a los cambios, cargamos una maleta con un pasado lleno de decepciones, traumas y un peso de orgullo y egoísmo.

¿Quisiera cambiar?

Lo primero que pregunta la mayoría de jóvenes cuando le predicas por primera vez es: ¿Pero tengo que dejar muchas cosas? ¿Voy a cambiar mi estilo de vida?

No se dan cuenta que su estilo de vida es en la mayoría de casos destructivo, que podrían estar muchísimo mejor si conocieran a Jesús, que podrían obtener tantos beneficios para ellos mismos si solo le dan una oportunidad a Cristo.

¿A qué clase de vida nos aferramos?

Muchos no se dan cuenta o no quieren admitir que no saben cómo seguir, que ya a su corta edad son adictos de vicios como el cigarrillo, el alcohol o las drogas; son esclavos de males como la depresión, la tristeza o el estrés.

Y solo cuando tocan fondo o les sucede una crisis importante es cuando hacen una pausa y examinan su vida, se dan cuenta de la realidad que les rodea y que han intentado ocultar con distracciones o excesos.

¿Perder la vida?

No vale la pena seguir viviendo una vida sin una verdadera plenitud y libertad, los seres humanos nunca estamos satisfechos, hemos sido creados con un vacío que solo Jesucristo puede llenar, y la única manera de poder conocerle de verdad, es dando un salto de fe y dejar atrás las cadenas y la vieja vida que nos ata.

¿Salvar mi vida?

Sin importar cuan pequeño ha sido el mal que hiciste, el castigo del pecado es el infierno, lo único que puede salvarte de vivir una vida condenada al fracaso o de una vida que va en picada es el amor de Dios, aquel amor que sin importar tu condición te quiere llenar y embargar tu corazón.

No sé qué clase de vida tienes o que te habrá ocurrido, la única verdad que sé es que Jesús te ama, que es el Camino que debes seguir para alcanzar la felicidad y que Él jamás te va a despreciar o lastimar, corre a sus brazos, Él está esperando por ti.

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MIENTRAS PUEDA SER HALLADO

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ISAÍAS 55:6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.

Estoy seguro que todos hubiéramos querido vivir en la época de Jesús, poder haber tenido la oportunidad de escuchar en vivo alguno de sus mensajes, haber poder estrecharle la mano o dormir recostado en su pecho como el discípulo amado. Por el contrario que triste es haber tenido aquella bendición y no haberle reconocido.

La biblia nos narra la historia de una persona que ejemplifica claramente aquel versículo:

Lucas 19:1 Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. Lucas nos narra esta historia poco antes de la crucifixión, así que lo más probable es que esta sería la última vez que Jesús pasaría por Jericó.

Lucas 19:2 Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, El autor nos reltata detalles para que podamos entender a Zaqueo, por su posición y labor debió ser una persona muy odiada y envidiada en su época.

Lucas 19:3 procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. Zaqueo tenía un buen trabajo, un buen puesto laboral, una buena posición económica, pero tenía una limitación y un impedimento que le impedía acercarse a Jesús.

Lucas 19:4 Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. Zaqueo pudo haberse retirado, pudo perder su oportunidad de ver al mesías, pudo permitirse vencer por la vergüenza de tener que treparse a un árbol y ser la burla de todos los demás, pero aquel hombre logró superar los obstáculos y decide llamar la atención de Jesús.

Luc 19:5 Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. La pasión genuina de Zaqueo le permite ver al mesías, Jesús es atraído por su fe, y sin importarle su condición o lo que los demás pensaban de él, Jesús le dice que necesita posar en su casa.

Luc 19:6 Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. El gozo de Zaqueo es el mismo que tiene toda persona que tiene un encuentro real con Jesús, en aquel momento uno se da cuenta de su condición y se siente amado y aceptado por Dios.

Luc 19:7 Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador. Todos somos pecadores, todos le hemos fallado a Dios, pero muy pocos toman la oportunidad de recibirle y de cambiar el destino de su vida.

Luc 19:8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Zaqueo no era un hombre que tomaba decisiones a medias, él realmente necesitaba un cambio, con honestidad toma la decisión de seguir a Jesús y lo pone en obra.

Luc 19:9 Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta caspor cuanto él también es hijo de Abraham. El arrepentimiento y transformación de Zaqueo es la evidencia de que Jesús entró a su casa y a su corazón, Cristo no sólo quería cambiarlo a él, sino que aquel milagro tocara la vida de todas las personas que lo rodean.

Luc 19:10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Hoy tenemos la oportunidad de recibir a Jesús en nuestros corazones y de llevar su mensaje a aquellos que están perdidos, que tienen la necesidad de un cambio en sus vidas.

Hoy es igual de triste cuando estamos en la iglesia y no reconocemos que Jesús está allí, permitir que pase por nuestro lado y que no podamos ser capaces de atraerlo con nuestra fe, con nuestro amor o con nuestra pasión.

Hoy tenemos tiempo para buscarlo, de superar cualquier impedimento e invitarlo a nuestro corazón, de superar la vergüenza y permitirle que pose en nosotros.

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PARA TI

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Si me prestan unos pocos minutos, hay un mensaje que tienes que leer:

Para ti que te has dado por vencido y aunque eres joven crees que ya visite lo suficiente, déjame decirte que Dios te ama y quiere ayudarte a vivir los mejores años de tu vida.

Para ti que vives amargado, que al verte en el espejo solo ves un rostro marcado por el odio o el enojo, déjame decirte que Cristo quiere sanar tu corazón, quiere demostrarte que el amor verdadero si existe.

Para ti que no puedes dejar de fumar debido al estrés, que en lo profundo sabes que estás atado a ese vicio, déjame decirte que Jesús quiere llenarte de paz, que él sabe todas tus preocupaciones y quiere darte libertad.

Para ti que usas el alcohol para dejar de pensar en todo lo que te sucede, que lastimas a todos por tu egoísmo e insensatez, déjame decirte que Cristo quiere ayudarte, Él no te juzga solo quiere salvarte.

Para ti que sientes que tu mundo está de cabeza, que no encuentras la salida a todas las situaciones que te afligen, déjame decirte que Dios quiere abrazarte, que Él puede cambiar toda tu vida.

Para ti que te sientes solo o rechazado, que han sido contadas las ocasiones en donde te has sentido amado, déjame decirte que tienes un Padre Celestial que te ama infinitamente, que desea tener una oportunidad para demostrarte lo que tanto has buscado.

Para ti que lees esto y te sientes identificado en algunas cosas, déjame decirte que es Dios diciéndote que te ama, que quiere llenar tu corazón y te está extendiendo la mano para que puedas tomar la mejor decisión que hará que tu vida sea mucho mejor.

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