PADRES E HIJOS: VENCIENDO AL MALIGNO

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1Juan 2:8-11 Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra.

El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas.

El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo.

Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.

Es necesario para poder crear un hogar que vence al maligno que exista el amor en la familia, tener amor los unos por los otros y evitar el odio o todo aquello que cause divisiones. Tenemos que amar a cada miembro de la familia, porque como cristianos todos somos parte del cuerpo de Cristo y todos somos hermanos.

1Juan 2:13-14 Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre.

Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.

Si permanecemos en la palabra de Dios podemos vencer al maligno. Que hermoso es ver que padres junto con sus hijos han permitido que Dios entre a sus hogares, y han convertido sus casas en lugares de reposo, en donde no reinan las discusiones y los pleitos, sino que el amor y la paz de Dios reinan en el hogar. La gran evidencia de que una familia ha vencido al maligno es que Cristo reina en el hogar.

1Juan 2:15-17 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.

Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.

Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Vencer al maligno es también vencer al mundo, vencer los malos deseos, vencer las tentaciones, vencer todo aquello que sea capaz de destruir nuestro hogar. Padres no permitan que un error derribe su lo que tanto les costó construir, destruya los valores que intentaron inculcar en sus hijos, rompa el corazón de sus familiares. Jóvenes no se dejen engañar por las mentiras del mundo, valoren su hogar, sean agradecidos si tienen padres cristianos, que es esfuerzan para que el amor de Dios mantenga el hogar unido, y si no tienen padres cristianos, esfuércense para que su ejemplo y su testimonio pueda convencerlos y ganarlos para Cristo.

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EL CORAZÓN DE LOS HIJOS HACIA LOS PADRES

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Malaquías 4:6 El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.

La cuarentena global es un buen momento para crear lazos familiares, para dejar de lado las riñas, los pleitos y que comencemos a perdonar, para que seamos más pacientes, y que se renueve nuestro amor por toda la familia.

La crisis ha provocado que ya no podamos salir con los amigos, que los estudios ya no nos hagan estar mayormente fuera de casa, que nos aburran los celulares, y tengamos que pasar tiempo rodeados de nuestros padres y hermanos, por lo tanto, reflexionemos sobre la gran bendición que es tener a nuestros padres con nosotros.

Deuteronomio 5:16 Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da. La biblia nos enseña que este es el primer mandamiento con promesa, si queremos que nos vaya bien mientras vivimos, tenemos que respetar a nuestros padres, valorarlos, cuidarlos, obedecer las cosas buenas que nos enseñan, seguir sus consejos para que seamos bendecidos.

Proverbios 23:24-25 Mucho se alegrará el padre del justo, Y el que engendra sabio se gozará con él. Alégrense tu padre y tu madre, Y gócese la que te dio a luz. Hagamos felices a nuestros padres, mucho se han sacrificado ellos para que nosotros pudiéramos estudiar, para que no nos falten las cosas importantes, para que tengamos un techo y salud, ahora es tiempo de agradecerles siendo sensatos, pensando antes de actuar, tratando de cuidar lo que hacemos y decimos, permitiendo que ellos vean que su esfuerzo por nosotros no fue en vano.

Proverbio 1:8 Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre… Puede parecer difícil obedecer a los padres cuando uno es joven, cuando tratamos de encajar, cuando existe la presión social, cuando queremos cometer locuras. Pero, la biblia no enseña que debemos escuchar sus enseñanzas, que no hagamos oídos sordos a sus experiencias, porque si nos corrigen es porque nos aman, y saben las consecuencias de no actuar bien, ellos ya han pasado por más cosas que nosotros, y debemos aprender de ellos.

Proverbios 23:22 Oye a tu padre, a aquel que te engendró; Y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies. Aprendamos a tratar a nuestros padres como quisiéramos que nuestros hijos nos trataran a nosotros. Muchas veces nos acostumbramos al papel de hijo, pero si podemos ayudemos a nuestros padres, engriámoslos, apoyemos en casa, seamos de ayuda en las labores del hogar, no descuidemos a nuestros padres.

Mateo 19:19 Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Si queremos aprender lo que es el amor al prójimo, debemos evaluar cómo se encuentra nuestra relación con nuestros padres, reflexionar sobre como los tratamos, que tan paciente somos con ellos, que tal les respondemos, que tanto aprecio les tenemos, como perdonamos sus errores, todo eso sirve para que podamos aprender a amar a los demás.

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EL CORAZÓN DE LOS PADRES HACIA LOS HIJOS

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Malaquías 4:6 El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.

La cuarentena global ha provocado que las familias se reúnan, que los padres conversen con sus hijos y que los hijos puedan pasar mucho más tiempo con sus padres. Es un buen tiempo para las familias vuelvan a sentir aquel calor de hogar y se extienda el amor en toda la casa.

Aprovechemos el tiempo para unir a la familia, para escuchar los mensajes todos juntos, para que tengan diariamente un tiempo de oración, incluso momentos de conversación en dónde cada quien pueda expresarse libremente y todos juntos puedan aprender.

Proverbios 23:24 Mucho se alegrará el padre del justo, Y el que engendra sabio se gozará con él. Todos quieren que sus hijos sean sabios, que nazca de ellos leer la biblia, que provenga de ellos el pasar tiempo con Dios. Sin embargo, eso también es trabajo y dedicación, los padres tienen que inculcarle eso a sus hijos con el ejemplo. Padres justos que con su testimonio ganan a la familia, podrán formar hijos sabios que imiten a los padres y ponen en práctica lo que aprenden de ellos.

Hebreos 12:9 Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? También es un buen momento para disciplinar a los hijos, pero no necesariamente con el látigo, busque nuevas formas de enseñar y corregir, métodos con los cuales pueda dar una lección y que ellos le entiendan, tenga ese amor y compasión con el cual Dios también nos disciplina y nos moldea.

Proverbios 17:25 El hijo necio es pesadumbre de su padre, Y amargura a la que lo dio a luz. Muchos de los problemas en el hogar son a raíz de que sembramos mal, en vez de sembrar comunicación tratamos con indiferencia a la familia, en vez de sembrar amor tratamos con desprecio a nuestros seres querido, en vez de sembrar confianza tratamos con ira a nuestros parientes, en vez de sembrar cariño sembramos ira en nuestra casa.

Ezequiel 18:4 He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá. Deberíamos preocuparnos el ganar continuamente a la familia, siempre orando por todos, pasando tiempo de calidad con ellos, buscando apoyase mutuamente, ayudado en lo posible, y llenando la casa con una atmósfera de comunión. No esperemos que existan las crisis para darnos un tiempo para la familia, que el amor que sentimos nos impulse cada día a velar por ellos y a luchar para Cristo siempre reine en nuestros hogares.

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UN GRAN MAL

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El día que Adán comió del fruto, su alma murió. Su imaginación perdió su poder maravilloso de elevarse hacia las cosas celestiales y ver el cielo, su voluntad perdió el poder que tenía para elegir siempre lo bueno, su juicio perdió toda la habilidad anterior de discernir entre el bien y el mal, de manera decidida e infalible, aunque algo de eso fue retenido por la conciencia; su memoria quedó contaminada, sujeta a recordar lo malo y olvidar lo bueno; todas sus facultades perdieron el poder de la vitalidad moral. La bondad, que era la vitalidad de sus facultades, despareció. La virtud, la santidad, la integridad, todas estas cosas, eran la vida del hombre; pero cuando desaparecieron, el hombre murió. Charles Spurgeon

Es evidente que la humanidad perdió muchísimo cuando Adán y Eva comieron del fruto prohibido, ya se demostró que la consecuencia del pecado provocó que hubiera tanta maldad, y que la creación se corrompiera de tal manera, que Dios tuvo que traer el diluvio universal. y a pesar de eso la maldad del hombre continuó hasta nuestros días.

…Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mateo 24:12 Se sabe que entre más nos acercamos a los tiempos finales el amor comenzará a perderse, el odio aumentará, el resentimiento, la ira, la envidia y muchos males serán parte del comportamiento habitual de los seres humanos.

Cuando hablamos del amor, lo hablamos en todos los ámbitos de la vida, el amor del ser humano hacia Dios, el amor hacia su pareja, hacia sus hijos, hacia la vida, hacia el prójimo; esto provoca que comience a perderse el afecto hacia los demás, y comience a reinar el egoísmo.

Vivimos en una sociedad donde ya predomina el egoísmo, cada quien busca solo su propio beneficio, ya no se piensa en el beneficio de la sociedad ni de las familias, sino que ahora la gran mayoría solo piensa en sí mismo.

Como cristianos sabemos que:

· Debemos amar a Dios sobre todas las cosas (Mateo 22:37).

· Debemos permanecer en el amor de Dios (Juan 15:9).

· Tener un ferviente amor por nuestros hermanos en Cristo (1Pedro 4:8).

· Debemos amar al prójimo como segundo mandamiento (Mateo 22:39).

· Honrar a nuestros padres para aprender a amar al prójimo (Mateo 19:19).

· Amar a los amigos (Proverbios 17:17).

· No debemos amar al mundo y lo que está en el mundo (1Juan 2:15).

En 1Corintios Capítulo 13, el apóstol Pablo nos narra la verdadera forma de vivir el amor, que es un amor entregado, que no busca lo suyo, que no guarda maldad en él, que todo lo soporta, que nunca debe dejar de ser.

No permitamos que el egoísmo envenene nuestros corazones, acerquémonos a la fuente de amor, permitamos que su amor sea derramado en nuestros corazones y podamos amar conforme a su voluntad.

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ADOLESCENTES: LA FAMILIA

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Uno de los temas principales que los adolescentes deben valorar es la familia, la importancia de pertenecer a un hogar y la dicha de tener unos padres que los amen. Muy pocos niños y adolescentes comprenden lo ocupados que paran sus padres, ellos tienden a ser egoístas y no se dan cuenta del esfuerzo que se hace para que ellos puedan vivir bien.

Es necesario enseñarles que todo en la vida tiene un costo, desde la energía que se usa para cargar sus celulares hasta la comida que comen. Para lograr eso los padres deben trabajar, y trabajar no siempre es algo sencillo, es un esfuerzo que hacen los adultos en el cual ellos dejan de hacer otras cosas para poder recibir el dinero que necesitan para mantener el hogar.

Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. 2 Tesalonicenses 3:10

Los adolescentes necesitan saber que hay un sacrificio para que el hogar funcione, y que muchas veces cuando los padres están cansados o estresados no significa que no los quieran, sino que el trabajo puede ser a veces agotador.

A veces los padres no son muy comunicativos, pero con sus actos están diciéndole a los hijos cuanto los aman, si no les falta comida, si reciben tus regalos y estás en una buena escuela, todo eso es símbolo de que sus padres los aman y se preocupan por ellos.

Los hijos necesitan comprender que en éstos días que vivimos, existen muchas personas que están sufriendo, muchos niños se encuentran pasando hambre, se ven obligados a dejar la escuela por tener que trabajar, tienen que soportar hambre y frío.

Por eso es importante valorar el regalo de tener una familia, que comprendan que son bendecidos si tienen un hogar en el cual sentirse seguros, y que es una bendición obedecer y ser agradecidos con sus padres.

Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. Colosenses 3:20

Sabiendo el esfuerzo que hacen los padres, los hijos también tienen que entender que al formar parte de una familia deben cuidar de ella, deben esforzarse para que el hogar esté lleno de armonía. Que cuiden de sus hermanos menores, que eviten las discusiones entre hermanos, que los hermanos mayores traten de ser un buen modelo.

Cántico gradual; de David. ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía! Salmos 133:1

Por último, que los adolescentes busquen la forma de apoyar a sus padres, hay labores que pueden hacer en casa, y aunque al comienzo les parezca una obligación, con el tiempo comprenderán que todo las restricciones y ordenanzas eran para su bien.

Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre; Proverbios 1:8

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EL CONCEPTO DE CRISTIANISMO

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El concepto de la palabra “cristiano” va más allá de ser un seguidor de Cristo o discípulo de Jesús, es un concepto que va variando día a día, y cobra vida con tu testimonio.

En la antigüedad los cristianos fueron aquellos “mártires” por no seguir las costumbres romanas, no adoraban a sus dioses, y estaban dispuestos a ser sacrificados por su fe.

Durante la reforma protestante, eran considerados “revolucionarios” que se oponían a las costumbres y las supersticiones, buscando derrocar los falsos poderes religiosos.

En nuestros tiempos somos considerados “tradicionalistas” o “conservadores” por oponernos a todas aquellas ideologías que atentan contra la familia y la fe.

Somos consideraros “perseguidos” que se niegan a negar a Jesús, a pesar de las prohibiciones muchos de nuestros hermanos predican en aquellos países que se oponen al evangelio.

El evangelio no ha cambiado, ni nosotros podemos cambiar lo que está escrito en la biblia, sino que es la palabra de Dios lo que da forma a la iglesia.

Debemos ser aquellos opositores que defiendan la verdad.

Modernizarnos, pero sin perder los valores y principios bíblicos.

Siendo ejemplos de un verdadero cambio y de una vida transformada.

Personas rectas y honestas que den testimonio de Jesús.

Ser luz no significa necesariamente figurar, sino que los demás puedan en ver en nosotros a Cristo.

Ser sal no significa que todo sea risas, sino que conocemos la verdadera razón de la Vida.

Se puede disfrutar de ser cristianos, pero sin perder la disciplina de conocer más y más de Dios.

Debemos tomar la cruz y pagar el precio por ser hijos de nuestro Padre Celestial.

Estar gozosos sin perder de vista el enfoque del verdadero cristianismo.

Congregarnos sin olvidarnos de tener misericordia por aquellos que no conocen de Jesús.

Estar motivados, pero recordando que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece.

Amar siempre a Dios y a nuestro prójimo, porque ése es el resumen del evangelio.

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ERES TODO LO QUE QUIERO EN LA VIDA

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Entonces oro a ti, oh SEÑOR y digo: «Tú eres mi lugar de refugio. En verdad, eres todo lo que quiero en la vida. Salmos 142:5 NTV

Dios quiero aprender a amarte a pesar de lo que pueda acontecer, no quiero que mi amor por Ti, sea solo por las bendiciones que me puedas dar o por el temor de no ir al cielo.

Quiero amarte a pesar de las riquezas, no quiero amarte solo cuando tenga mucho dinero, ni tampoco dejar de amarte cuando la estrechez toque mis puertas.

Deseo buscarte de igual forma en los momentos de prueba y en los momentos de buenas noticias, quiero mantener siempre mi primer amor por Ti.

Hay muchos que te buscan por su propio beneficio, pero mi mayor beneficio es estar contigo, Tú me lo has dado todo, solo Tú me haces feliz.

Si tengo ojos, quiero usarlos para mirar tu hermosura, para que siempre vean lo recto, para mirar con los ojos de la fe el cumplimiento de tus promesas.

Si tengo manos quiero usarlas para hacer tu obra, no quiero usarlas para lastimar sino para ayudar a sanar, quiero que tú bendigas todo lo que con ellas puedo hacer.

Si tengo trabajo quiero que sirva para bendecir tu reino, quiero hablar de Ti a mis compañeros, quiero ser luz en donde quiera que esté.

Si tengo familia quiero ganarla para Ti, quiero que se cumpla aquella promesa que dice: Yo y mi casa serviremos al Señor.

Si tengo la dicha de tener una bella iglesia, quiero servirte allí con amor, ser el primero en levantar la mano cuando se necesite ayuda y humildemente apoyar en todo lo que pueda.

Si tengo vida quiero entregártela por completo a Ti, quiero que cada uno de mis pensamientos estén llenos de ti, verte en cada una de mis decisiones.

Y cuando todo me falté incluso la vida, saber que te agradé lo más que pude, confiar que en lo mucho o en lo poco que pude hacer siempre fui un siervo fiel.

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CUANTO ME ALEGRO

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Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados. Santiago 5:19-20

Recuerdo el día en que te fuiste de la iglesia y ya no quisiste volver.

Tú no lo sabes, pero oré mucho para que volvieras al Camino.

No conoces la cantidad de veces en las que he pedido a Dios para que vuelvas al Hogar.

La otra vez soñé contigo, en mis sueños me encontraba yo en la puerta de la iglesia, y te vi llegar.

Mis ojos se iluminaban al verte y fui rápidamente a tu encuentro.

Nos abrazamos porque sabía que mis oraciones habían sido respondidas.

Te habrías dado cuenta que las llamadas que te hice eran porque estaba preocupado por ti.

Habrías entendido que cada mensaje que te enviaba era el deseo de un hermano mayor queriendo cuidar a su hermano menor.

Por fin te darías cuenta que no se puede vivir sin Cristo en nuestros corazones, que el mundo separado de Jesús no es digno de vivir.

Comprendiste que la Iglesia es nuestro Hogar, es la Casa de Dios y todos somos una sola familia.

Nadie te mirará mal, sino que por el contrario todos te esperan con gozo porque volviste.

Eres aquel hijo pródigo que volvió a los brazos del Padre.

En mis sueños me pediste perdón, y te hice pasar porque el culto estaba por empezar.

En mi rostro se reflejaba la alegría de tener a mi hermano y amigo de vuelta.

Al despertar volví a orar por ti, y le pedí a mi Señor que aquel sueño se cumpliera.

Volvieron las ganas de ir a buscarte, porque eres mi hermano en Cristo.

Quizá ahora me rechaces, pero sé que a su tiempo volverás al Hogar.

Y cuando te vea entrar por esas puertas, sabrás cuanto te he extrañado querido amigo.

Sabrás cuanto me alegra que mi hermano volviera a la vida.

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REFLEXIÓN: ¿CÓMO VOLVER?

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Vives la vida cristiana con emoción, aprendiendo cada día la palabra de Dios, cantas las alabanzas y la adoración con el corazón, pero un día algo sucede; te diste ciertas “libertades”, no sabes bien cómo empezó, no comprendes del todo porque lo haces… Hasta que caíste de la gracia, cometiste aquel error que te llevo a pecar y no sabes qué hacer.

¿Has sentido aquel dolor al darte cuenta que caíste de la gracia? ¿Aquella culpa que te corroe cuando sabes que hiciste mal? ¿Aquel malestar que te quita el sueño?

Es mayor la culpa que siente un cristiano a la que tiene un niño al romper algo, porque la conciencia te grita el error, te sientes terrible porque sabías lo que decía la biblia y aun así te permitiste ese desliz que dio a luz al pecado.

Un cristiano arrepentido siente aquella amargura con la que Pedro lloró, aquella vergüenza con la que Sansón rogó a Dios estando ciego frente a los filisteos, aquel lamento sincero con el que David escribió: Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos… Salmo 51:4

¿Se puede volver al Camino eterno? ¿Puede uno encontrar perdón otra vez?

La biblia nos enseña: Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; Mas los impíos caerán en el mal. Proverbios 24:16 Dios siempre da una nueva oportunidad si el arrepentimiento es genuino.

Por eso la biblia también nos dice: Sin embargo, cuando alguien sigue pecando, demuestra que pertenece al diablo, el cual peca desde el principio. Pero el Hijo de Dios vino para destruir las obras del diablo. Los que han nacido en la familia de Dios no se caracterizan por practicar el pecado, porque la vida de Dios* está en ellos. Así que no pueden seguir pecando, porque son hijos de Dios. 1Juan 3:8-9 NTV Un verdadero arrepentimiento busca dejar de hacer las cosas de la carne, cambiar a tal punto que busquemos dejar atrás nuestro deleite personal y busquemos ser más como Cristo.

¿Cómo hacer para no practicar el pecado?

El apóstol Pablo escribió: Pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Romanos 7:23-24 Necesitamos reconocer que por nosotros mismos no podemos vencer al pecado, debemos morir a nosotros mismos y permitir que Jesús reine en nuestros corazones.

Las puertas del perdón siempre están abiertas para todo aquel que desea hacer de Cristo su razón de vivir; porque un día sin Dios es un día perdido, un día que lo estamos entregando a nuestros malos placeres y egoístas deseos. Por eso necesitamos de su gracia cada día, somos ramas secas que no podemos dar buen fruto, solo a su lado encontramos las fuerzas para andar en victoria, solo a su lado podemos decir: ¡No! A todo aquello que debemos dejar atrás.

“He desistido a la idea de que hay calidad alguna en mi corazón. Yo simplemente me aferro a Cristo y digo: Él es mi Justicia” Martín Lutero

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HE DECIDIDO SEGUIR A CRISTO

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Según muchos historiadores, se dice que el origen del famoso himno cristiano: “He decido seguir a Cristo” es el siguiente: Durante la época del gran auge de los misioneros (la cual publicaremos pronto), muchos cristianos arriesgaron sus vidas y las de sus familias, yendo a países lejanos e inhóspitos, predicando el santo evangelio a distintos países y tribus que nunca antes habían escuchado el nombre de Jesús.

Se dice que el himno se originó en la India, donde un misionero europeo junto con su familia, comenzaron a predicar el evangelio con gran pasión en contra de las tradiciones del pueblo.

Algunos dicen que fue la propia familia del misionero, mientras que otros dicen que fue la familia más prominente de aquella aldea los que hicieron una gran declaración de su fe, negando a sus dioses antiguos y las crueles tradiciones de sus antepasados.

El jefe de aquella aldea, junto con varios aldeanos enojados querían hacer ejemplo del padre de familia, para que otros dejaran de escucharles y tuvieran temor. Testigos contaron, como aquella turba llegó al hogar de aquella familia, los tomaron violentamente y públicamente le dijeron a aquel padre: Niega tu fe o mataremos a tu familia.

Solo podemos imaginar el temor que debió haber sentido aquel hombre por su familia, de seguro habrá orado en su interior, y habrá recordado las grandes bendiciones que no esperan junto a Cristo.

El jefe de la aldea insistió: ¡Niega ahora tu fe o mataremos a tus hijos! Aquel hombre recordó un himno que había estado escribiendo y lo cantó:

He decidido seguir a Cristo, III

No vuelvo atrás,

No vuelvo atrás…

Entonces se dio la orden y cruelmente sus hijos murieron.

El jefe de la aldea enfurecido insistió: ¡Si no obedeces mataremos a tu esposa!

El hombre siguió cantando:

Si otros vuelven yo sigo a Cristo, III

No vuelvo atrás,

No vuelvo atrás…

Su esposa cayó muerta frente a sus ojos.

Entonces se le dio una última oportunidad: ¡Salva tu propia vida o muere!

Se escuchó su cántico:

La cruz delante, el mundo atrás III

No vuelvo atrás,

No vuelvo atrás…

El pueblo presenció la muerte de aquel mártir, sin embargo, algo había ocurrido con el jefe de aquella aldea, los siguientes días no pudo sacarse de la cabeza aquella demostración de fe, sus entrañas se conmovían al recordar el ejemplo de aquella familia. Por lo que reunió a toda la aldea en el mismo lugar donde cruelmente les habían quitado la vida, y aquel hombre declaró: ¡Yo también pertenezco a Jesucristo! Así él y toda la aldea se convirtieron a Dios.

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